Buscar este blog

viernes, 26 de junio de 2009

Conclusión

El aprendizaje no puede ser trivial ya que representa significado para quien se lo apropia, en todo caso los aprendizajes pueden ser observables o demostrables. En el ámbito escolar podrán ser demostrables por el estudiante y observables por el docente, sin embargo esta concepción no es exclusiva del ámbito educativo ya que, como se enmarca en la RIEMS, las competencias habrán de preparar al estudiante para su vida en cualquier ámbito en el que se desarrolle (social, familiar, laboral, etc.).
Por lo expuesto, no es posible medirlo y darle un grado numérico, en todo caso podrá dársele un grado valorativo en la intencionalidad de la demostración de los aprendizajes. Por ejemplo, para la elaboración de fármacos y su aplicación, ésta puede bien desviarse a la obtención y abuso de los mismos con fines que escapan al quehacer médico. En este sentido la misma competencia estará definida por otra más, la competencia en el sentido ético del uso y elaboración de fármacos.
En este mismo contexto se puede argumentar que los aprendizajes pueden ser intencionados o no, así los aprendizajes son el resultado del día a día, la diferencia entre ellos se encuentra tal vez en la intencionalidad, es decir, hay aprendizajes no voluntarios y aquellos que si lo son. En el caso del trabajo docente se orienta por el aprendizaje con cierta intencionalidad. En este sentido las competencias son de por sí intenciones que, por un lado requieren los docentes y por el otro, se intenta que nuestros estudiantes se apropien, es decir-- en el lenguaje de X. Vargas-- se aprehendan.
De aquí se desprende que los contenidos en un sentido amplio si pueden ser cualesquiera, sin embargo estos estarían fuera del ámbito escolar, mientras que dentro de la escuela, los contenidos deberán estar concienzudamente intencionados y orientados.

1 comentario:

  1. Victor Hugo: muy buen ejemplo que tomaste para reflejar que los aprendizajes deben ser acordes con las competencias que deseamos que adquieran nuestros alumnos, es por ello, que como docentes debemos facilitarles los medios para que resuelvan su realidad, haciédoles significativo el conocimiento.
    María Elena Alfaro Calderón

    ResponderEliminar